COSAS QUE NO SABÍA DE LAOS

Cosas que aprendí o descubrí a medida que recorría el país, porque mi viaje a Laos, fue un viaje casi sin planificación. Una auténtica aventura en la que me dejé llevar, solo tenía una cosa clara cuando llegué al sudeste asiático, con la cabeza puesta en Laos, y es que entraría por el norte,  por la pequeña frontera con Tailandia a orillas del Mekong.

Recomendada por otros viajeros me planté en Chiang Khong, y cruce en un pequeño bote a su ciudad gemela, ya en Laos, Houay Xai.  Y allí tome una curiosa barcaza conocida por su lentitud, que a lo largo de dos días me llevaría a través de montañas y junglas recorriendo a ritmo de otro siglo el río Mekong hasta Luang Prabang. Un inicio perfecto para el descubrimiento de un país que hay que saborear lentamente… a ritmo de Mekong.

Ahí va lo que fui descubriendo día a día, paso a paso… Laos de norte a Sur, sin duda uno de esos países alternativos para viajeros

• EL REINO DEL MILLÓN DE ELEFANTES.

• Lan Xang era el reino que englobó el norte del actual país del siglo SIXV al XVIII, o  significaba el reino del millón de elefantes… Irónico nombre para un país en que apenas quedan ejemplares del elefante asiático.
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• Quizás hubo un tiempo en el que uno alzaba la vista y no se asombraba de ver manadas enteras de elefantes cruzando los verdes valles, pero hoy se calcula que tan solo existen unos 1000 ejemplares viviendo en Laos, una auténtica desgracia.

• EL MEKONG COMO COLUMNA VERTEBRAL

• El río Mekong fluye a través del país de norte a sur, desde la frontera con Tailandia. Este asombroso rio nace en la meseta tibetana y desemboca en Vietnam. Se considera el 8º río más largo del mundo y en su largo trayecto pasa por 6 países asiáticos.
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• Y en el caso de Laos está de manera más presente, pues lo recorre de Norte a Sur. La mayoría de la población laosiana vive en los valles de este río y sus afluentes, dedicándose principalmente al cultivo de arroz. Además, gracias a su rica biodiversidad, el Mekong proporciona alimentos a gran parte de la población de Laos.

• LAS 4000 ISLAS… Y LOS DELFINES

• ¡Pero si Laos no tiene mar! No, no tiene… pero en su extremo Sur, casi en la frontera con Camboya, el río Mekong se abre de tal manera que parece un mar que abraza un archipiélago de islas. En la temporada seca emergen un sinfín de islotes. Se llama Si Phan Don, las mayores islas están habitadas, pero en temporadas de lluvias muchas vuelven a quedar cubiertas, haciendo la zona más navegable, aunque solo hasta las cascadas de Khone Phapheng. Más allá encontramos la mayor curiosidad de Sur de Laos, los delfines de agua dulce del Irrawaddy.

• LA CEREMONIA DE LAS ALMAS.

• Se llama Tak Bak y es un antiguo rito religioso que celebran los monjes cada mañana, en el cual, en fila india y en absoluto silencio, recogen las ofrendas en forma de comida que los lugareños les ofrecen sentados en las aceras del centro del pueblo. Vivirlo en la hermosa y tranquila ciudad de Luang Prabang, la antigua capital del Reino del millón de elefantes. Es una experiencia hermosa, conmovedora.
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• por Mint57 Traveler

• CHAMPASAK, EL PEQUEÑO ANGKOR LAOSIANO.

• Sí, Laos puede presumir de tener un pequeño Angkor en la provincia de Champasak. El templo de Wat Phu es de hecho anterior a los grandes y majestuosos templos de Camboya. Del siglo IV, este templo Khemer se diferencia de los templos del país vecino principalmente en que sobrevive ajeno al trasiego turístico. raro es el día que uno se encuentra con otros viajeros paseándolo y explorándolo.

• El musgo, la vegetación, las ramas se empeñan en cubrir y camuflar este hermoso lugar, pero las piedras se resisten como testigos de un reino que floreció al Sur de Laos.

• VIENTIANE, LA CIUDAD DE LA LUNA.

• La capital de Laos tiene este bonito nombre que le dejaron como regalo los franceses… La Ciudad de la Luna, quizás no tiene el encanto de Luang Prabang, ni el caos de las capitales de países vecinos como Bangkok o Hanoi. Vientiane parece más bien una ciudad provinciana… pero no carece de interés, porque deja adivinar el palpitar de la futura Laos.

• LA CERVEZA CON HIELO.

• La cerveza es quizás la bebida más popular del país, en concreto la Beerlao, la cerveza nacional. Pero agárrate y ármate de valor si quieres beber cerveza en Laos, porque no la ponen fría, peeeero la sirven con hielo…
• ¡Donde fueres haz lo que vieres! Dice la máxima, y lo cierto es que uno se acaba acostumbrando.

• ¿BAGUETTES?

• Si la comida asiática te encanta, pero de vez en cuando echas de menos algún bocado occidental, en Laos estás de suerte… porque es fácil encontrar baguettes en algún puesto callejero. Como si en la propia Francia se encontraran, y es que quizás es uno de los mayores legados del protectorado francés. Los laosianos adoran los bocadillos de baguette, aunque los rellenos no sean tan franceses… busca tu combinación, y deléitate.

• LAOS OSTENTA EL TRISTE TÍTULO DE «PAÍS MAS BOMBARDEADO DEL MUNDO».

• Debido a todas las bombas que cayeron en la guerra de Vietnam. Con intención de cortar el paso hacia el sur de las tropas del Vietcong los americanos dejaron millones de toneladas de bombas. Aun hoy en día es peligroso moverse por ciertas zonas del país ya que aun no se ha podido retirar la enorme cantidad de minas anti personas que quedaron desperdigadas tras la guerra. Es por ello por lo que nos podemos encontrar con mucha gente lisiada. Y que se recomienda no salirse de los caminos creados, sobre todo en zonas boscosas y selváticas, mejor no arriesgar.
• Cuando pases por Laos te recomiendo visitar la ONG COPE, una organización que se dedica desde hace muchos años a proveer de asistencia médica, prótesis, y tratamiento psicológico a todas las personas y familias afectadas por  las bombas que no explotaron, tiene un interesante museo para aprender más de esta triste parte  de la historia de Laos.

• ELEFANTES BLANCOS

• Después de una triste información… acabamos con algo de humor.
• «Elefante blanco» es como los laosianos llaman a los extranjeros, principalmente Europeos, americanos y australianos debido a su estatura, significativamente mayor que la de los locales, y por su piel blanca, aunque torne rápidamente en rojo bajo el engañoso sol de Laos.